Aquellos eran tiempos felices, cuando mi abuela me regalaba bombachas.

Había pan y vino en la mesa, nunca faltaba.

Los amigos fluctuaban, los problemas fluían.

No había mucha consciencia del mundo.

Eran blancas y rosas…

Las bombachas. Nunca faltaban en las visitas.

Pero todo ese mundo de fantasías terminó.


Original transcript, 2018