A veces aparece: esa oscuridad que está en nosotros mismos. La volvemos a ver.
La vemos en esa esquina del cuarto oscura, con la luz apagada.
Podemos registrarla en kilogramos. Es una presencia; es parte de nosotros. Salió de nosotros: la creamos, la florecimos, la trajimos hasta acá. Le dimos el chupete y el biberón a oscuras.
La vemos acercarse; quiere comer. Tan cercana, se alimenta de tu inseguridad.
Están los estantes y el perchero. Los libros y CDs, y ahí está la negra. Ocupando su espacio. Queriendo ser vista, abrazada, amada.
Hay algo que cargo ahora que es oscuro y no me permite disfrutar de las vacaciones bien.