Imaginate la sopresa que te llevás cuando te encontrás canas en el pubis. Después de haber estado 4 meses con una dieta a puro encierro, panqueques y Zoom, te imaginarás lo que esto significa.

No son muchas, unos pocos vellos. Bellos. Reverdecen con el agua de tu juventud, toman formas en base a la posición sentada. Las puntas florecidas atraen a las abejas que impacientemente esperan el final del invierno para continuar con el ciclo de la vida. Por supuesto que ahí siempre es verano.

Blancos brotes madurados que crecen en el jardín, disfrutando de su singularidad escondida. Auguran futuros turbulentos. Traen consigo presagios de horror y vejez, de Cortisol y hemorroides. Falta poco.


A los adictos al estrés

2020