El final de una etapa. El inicio del fin. Que da paso así al parto doloroso de un nuevo comienzo, pero que se enrosca, como si del cordón umbilical se generara una escalera caracol túnel a lo Fibonacci. Un inicio adentro del otro y así. Así es la vida. Un dejarse derrotar por la muerte para hacerla estallar desde adentro. Un constante agarrar y dejar, aferrar y soltarse. Algo así como el río de Heráclito. El río que era edema del cual murió.

Somos el río.


A este último cuatrimestre

2020