Nunca fue mucho lo mío la comedia. O sea me encanta ver The Office, Unbreakable, Casados con Hijos, y algunos stand ups, sobretodo si son argentinos, pero nunca fue mucho lo mío como el género en general. O sea sí tiene un lugar en mi vida (basta, negadora) pero es que yo veo el mundo desde un lugar mucho más fáctico, más real, más reflexivo. Todos estos adjetivos se podrían aplicar también a la comedia, pero pará. Lo que quiero decir que siempre fui una piba que se tomó todo en serio en la vida y que vivía, pensaba y experimentaba desde ese lugar. Por eso es que algunas cosas me llaman tanto la atención y me hacen reir mucho.
Lo que me encantó del especial de Bo Burnham Inside, más allá de la temática actual y de hacer catarsis audiovisual de la pandemia, fue la conexión con la música y el rol protagónico que tiene dentro del especial. En eso pude conectar profundamente y me llevé la grata sorpresa que tiene cualquier buen sketch cómico o chiste que es la gran cuota de dura verdad punzante, que invita a la reflexión y la sintiencia.
En varios momentos del especial miré hacia la ventana pensando “qué ganas de salir, de estar afuera”. Creo que eso es lo que más te deja después de todo y me parece el mejor objetivo cumplido que podría tener. Sabiendo que ahora podemos hacerlo, por lo menos.
La importancia de la vida afuera de nuestras cabezas, nuestras casas, cuartos, nuestros objetos. De no estar solos, de no aislarnos. La importancia de todo lo que llevamos dentro. Lo que pensamos, sentimos. Cómo nos miramos. Nos reflejamos.
A Juli y Cande por siempre subirmela y ser mi reflejo, 2021