Esa sensación que te queda de haber entrado a un lugar gritando. Por la cara que te pusieron todos, porque no demostraron tu mismo entusiasmo. Porque adentro te sorprendió la alegría que tenías de haber llegado ahí y tenés miedo que se haya notado. Siento como si hubiera gritado aunque sé que es mejor traer alegría que pena a un lugar. Te sorprenderían las cosas que te sorprenden.
De la nada (o tal vez elaboradamente, en crecimiento) te deviene una sensación de satisfacción producto de la aceptación completa de tu presente.
A Kissaten café por albergarme todo el verano
2020